En el Día Internacional de la Mujer, es importante visibilizar a las mujeres estudiantes quienes, con retos sin pronunciar, van luchando día con día para cumplir metas, esas metas que requieren determinación y compromiso.

El escenario para una mujer que aparte de estudiar, también trabaja y tiene hijos, incluye una serie de retos invisibilizados que crean una ruta más complicada y difícil. Seguro el hacer las tareas de madrugada se ha vuelto normal, porque en el día el tiempo es para trabajar, hacer tareas domésticas y cuidados de la familia, que lastimosamente en algunos hogares son acreditas únicamente a la mujer.

Hablar de los retos invisibilizados es integrar la falta de oportunidades laborales con condiciones justas, la falta de empatía, la falta de sororidad, aspectos sociales y estereotipos de género, que minimizan las oportunidades para todas las mujeres trabajadoras con visión de desarrollo personal.

Rocío, una mujer trabajadora y estudiante de la Tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, menciona que el camino no ha sido fácil, que estudiar y trabajar demanda una serie de retos de los que nadie habla y que se viven día con día quien expone “el salir corriendo del trabajo para alcanzar el bus que me lleva a la universidad y luego al salir de la universidad, llegar a casa para hacer tareas domésticos, ha implicado realizar mis tareas en horarios de madrugada” sin embargo, para Rocío estos retos invisibles de los que nadie habla y valora, se vuelven razones para demostrarse a ella misma que con actitud y confianza en ella, las metas se pueden lograr, pero también agrega que el apoyo y la comprensión de toda una sociedad, contribuyen a que el rol de una mujer estudiante y trabajadora pueda tener menos retos.

Con respeto y reconocimiento a todas las mujeres que estudian, trabajan y que cada día, enfrentan retos que son invisibilizados ante una sociedad.

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